Resulta indispensable, cuando uno desea contestarse las preguntas básicas ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Qué hago aquí? voltear a ver el contexto propio. Así nacen una serie de cuadros llenos de conceptos, significados y formas prehispánicas. Esta búsqueda cobra mayor sentido, si es pertinente en el presente. Hoy, el mundo sumergido en temas de cambio climático, alimentación orgánica, revaloración ecológica se vuelca a la búsqueda de la armonía con la naturaleza, igual que nuestros ancestros tras la destrucción de su entorno con la erupción del volcán del Xitle que dio origen a la Ciudad de Teotihuacan.

Cierto es que una obra debe transmitir por sí sola; aún así describí escribir este texto, porque pocas son las oportunidades de diálogo con el espectador, y de ofrecer un espacio para comentar sobre este tema, sobre esta obra, sobre el arte medioambiental a través de mi correo personal en este sitio. ariadnecca@arbolyflor.com

Este cuadro está particularmente inspirado en la Gran Diosa de Teotihuacan. Una Diosa dual, de agua y fuego, que ha sido confundida con Tlaloc. Residente, protectora y proveedora de Teotihuacan, ciudad de la que Eduardo Matos nos dice que su significado es el "lugar dónde se hacen los Dioses". ¿Y quiénes son estos Dioses? una mano al centro, habla de la disposición natural a la edificación de un nuevo mundo. Es una mano humana, femenina que representa a la Diosa, a lo femenino, a lo fértil creador y expansivo de la humanidad, de mi México, de mi ser.

La mano esta proyectada sobre el negro del inframundo y del caos, unos rayos verdes con pequeños círculos amarillos que representan las semillas, los elementos existentes a partir de los cuales se teje "La Creación". Sobre estos rayos están dispuestos 3 círculos, de arriba hacia abajo, el primero representa a la Ciudad Teotihuacan como Objeto de Culto en una pintura mural en la Casa de los Barrios.

El segundo circulo es una simplificación que representa a la ciudad como el "Nuevo mundo" colocado en la zona central de la imagen de la Gran Diosa en la pintura mural del Palacio del Sol, en Teotihuacan.

El tercer círculo representa el Mundo real, el nuevo mundo. la imagen se encuentra en la zona central de un bajorrelieve en la parte trasera de un espejo. Sin embargo, Vilma Fialko en "El marcador del juego de pelota en Tikal" identifica este símbolo como el Dios de la lluvia.

Del lado izquierdo respaldando a la mano encontramos a la Gran Diosa representada en su tocado de lechuza, un ojo en forma de flor, el tocado que le confiere su importancia, del que se desprenden hojas representando a la naturaleza. Es posible percibir el pico del ave modificada con los dientes de semillas iguales a los de Tlaloc, Este lado del cuadro predominan los colores rojos y naranjas para señalar los valores ígneos característicos de la Diosa.

Abajo su manto es decorado con dos de las flores con las que es representada:

La flor tetrapétala que se considera es un símbolo fundacional de sitios sagrados y ciudades y la otra se encuentra presente en la representación de la Diosa ubicada en la plataforma del cerro en Tepantitla,

Esta misma representación muestra unas semillas como la parte fértil, En este cuadro se mantiene la forma de las semillas, sin embargo no son semillas sino pétalos de flores, El ojo de la Diosa ha madurado lo suficiente para abrirse y dejar caer las semillas en la obscura tierra, Las semillas se han elevado en forma de círculos, son la materia fértil que la mano toca para crear, por eso sólo permanecen los pétalos.

Parece que lo prehispánico con su visión naturalista toma vigencia siglos después, en un mundo que comparte mismas preocupaciones y quehaceres. En el círculo personal, la pregunta sería ¿Cual es mi creación? ¿Cuáles son las semillas, los elementos de los que dispongo para crear a partir de un mundo al borde del colapso? ¿Cuáles son las lecciones sociales aprendidas de Teotihuacan al México de hoy?

Las fumarolas de los volcanes, son una de las principales fuentes de la contaminación y del cambio climático; tanto progreso en la humanidad y todavía no somos capaces de hacer uso del fuego para nuestro beneficio y en cambio el agua y la vida que contienen se torna agresiva e intolerable. Quizá la Gran Diosa de Teotihuacan y el diseño de la ciudad misma, tengan la clave para nuestra sobrevivencia, porque es un hecho que la naturaleza mutará, que nuestro planeta va a sobrevivir, la discusión es ¿Y nosotros en ella? ¿En qué condiciones?

Bibliografìa

1. Matos Moctezuma, Eduardo. Teotihuacan. México: Fondo de Cultura Económica, 2016.

2. L. Velasco, Ana Maria, and Debra Nagao. “Mitologia y Simbolismo De Las Flores.” Arqueología Mexicana, Marzo-Abril 2006.

3. Paulinyi, Zoltán. “La Diosa De Tepantitla En Teotihuacan: Una Nueva Interpretación.” Escuela Nacional de Antropología e Historia. México. Docuemnto en línea, consultado en linea noviembre 2019. https://www.worldcat.org/title/cuicuilco/oclc/824816295 y https://www.redalyc.org/pdf/351/35112370010.pdf.

4. Miró Sardá, Juan. “Teotihuacan: En Busca Del Diálogo Perfecto Entre Ciudad y Naturaleza.” Ciudades, 2009. Documento en línea, consultado en noviembre 2019 https://www.researchgate.net/publication/277271474_Teotihuacan_en_busca_del_dialogo_perfecto_entre_ciudad_y_naturaleza/fulltext/5591e34008ae15962d8e3677/277271474_Teotihuacan_en_busca_del_dialogo_perfecto_entre_ciudad_y_naturaleza.pdf?origin=publication_detail

5. Fialko Coxemans, Vilma. “El Marcador Del Juego De Pelota De Tikal: Nuevas Referencias Epigráficas Para El Periodo Clásico Temprano.” Mesoamérica, 1988. Documento en línea consultado en noviembre 2019. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4007898